domingo, 11 de agosto de 2019

Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor. Jesús, Confío en Ti, Tú eres la Divina Misericordia



Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor. Jesús, Confío en Ti, Tú eres la Divina Misericordia.
Te doy gracias, Tú me calmas, Tú me sacias. Estás conmigo, estoy Contigo.

Feliz Domingo, con este incontenible impulso de que todos conozcan la Salvación que nos trae cada día confiar en el Rey de Misericordia, para no vivir esclavos de la tristeza ni de lo que quita la paz. Vivir con Jesús es un gozo, el Hijo de Dios Vivo. Nos tiene a todos en su Sagrado Corazón, compasivísimo. Es infatigable, no para un segundo.